Existe una marcada diferencia entre un simple selfie y el verdadero arte de un fotógrafo de desnudos masculinos que se pone en escena. Mientras cualquiera puede capturar una imagen de su cuerpo con un teléfono, se necesita una verdadera habilidad técnica y sensibilidad artística para transformar esta práctica en algo profundamente cautivador. La luz, los ángulos, las poses y los escenarios se convierten en herramientas para crear tomas que desprenden una sensualidad palpable. Este enfoque artístico requiere audacia, imaginación y una comprensión íntima de la estética, cualidades que elevan la fotografía de desnudos al ámbito del arte.
Durante el confinamiento, muchos hombres exploraron esta práctica, pasando del rol de modelo al de fotógrafo. Figuras como Kirill Dowidoff, conocido por su físico impresionante, o Jacob Dillon, una sexy nutria con una mirada penetrante, dejaron una huella imborrable con sus autorretratos desnudos. Jacob, radicado en Saint Louis, Missouri, destaca por su dominio técnico y su agudo sentido de la composición. Sus imágenes, capturadas en diversos escenarios y poses, revelan una confianza y una libertad que no dejan a nadie indiferente. Estos hombres, al tomar el control total de su imagen, ofrecen una visión íntima y poderosa de la belleza masculina, donde cada detalle está cuidadosamente pensado para despertar el deseo y la admiración.
MODELO: Jacob Dillon
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